Rafael A. Martínez
Uno de los temas que ha causado muchísima polémica en nuestra sociedad es el tema del aborto. Es tanto el efecto que causa que incluso el Papa de la Iglesia Católica habla de ello. No es para menos. El aborto no es un juego en el que cualquier mujer pueda participar. Existen muchas consecuencias tanto morales, sociales y físicas que ello deriva. En primer lugar tenemos que pensar en que al realizar un aborto, estamos eliminando la posibilidad que tenía una persona de vivir. Estamos hablando básicamente de un asesinato. Justamente este tipo de argumentos son los que la Iglesia ha utilizado para descalificar este tipo de actos, alegando que la vida comienza cuando se une el espermatozoide con el óvulo.
El tema del aborto en realidad debe tratarse con especificidad, ya que hablar del mismo con generalidades nos lleva a un círculo de contradicciones que no nos lleva a ninguna conclusión. El aborto es un acto que, si bien no debería ser legalizado para todo aquel que simplemente desee no tener un hijo, debería ser considerado en algunos casos bastante determinados. Ejemplo de ello son los casos de malformaciones o enfermedades genéticas del embrión o feto. Cuando se tiene conocimiento de que un bebe, al nacer, va a tener complicaciones físicas o psicológicas bastante acentuadas: síndrome de Down por ejemplo, la cual puede traer graves problemas a la persona y su familia a futuro. Otro ejemplo serian los casos de violación, en los cuales a la víctima le resulta un grave problema psicológico el tener que conllevar la responsabilidad de un acto que ella no deseó en primer lugar. Claro está, el aborto se debe presentar para todos los casos como una opción, no como obligación, ya que existen casos de mujeres que deciden tener a sus hijos a pesar de saber que tiene algún síndrome, por ejemplo.
Claro que esta práctica posee riesgos a la salud de quien lo practica. La mujer que se somete a esta intervención corre el peligro de tener dificultades para quedar embarazada más adelante, incluso puede quedar estéril. Puede contraer infecciones, complicaciones menstruales, y muchísimas otras cosas, incluyendo la muerte. A pesar de todas esas complicaciones, todavía hay muchas mujeres que optan por practicar el aborto para deshacerse de un embarazo no deseado, simplemente porque en primer lugar no se cuidaron, o por simple ignorancia sobre los métodos de prevención. En fin, excusas tontas para justificar una práctica de tanto riesgo, y que sólo se debería permitir en casos extremos, ya que consiste básicamente en jugar con la vida de otros, y con la de uno mismo.
(4o semestre - Taller de Redacción II - 2008-1)
Uno de los temas que ha causado muchísima polémica en nuestra sociedad es el tema del aborto. Es tanto el efecto que causa que incluso el Papa de la Iglesia Católica habla de ello. No es para menos. El aborto no es un juego en el que cualquier mujer pueda participar. Existen muchas consecuencias tanto morales, sociales y físicas que ello deriva. En primer lugar tenemos que pensar en que al realizar un aborto, estamos eliminando la posibilidad que tenía una persona de vivir. Estamos hablando básicamente de un asesinato. Justamente este tipo de argumentos son los que la Iglesia ha utilizado para descalificar este tipo de actos, alegando que la vida comienza cuando se une el espermatozoide con el óvulo.
El tema del aborto en realidad debe tratarse con especificidad, ya que hablar del mismo con generalidades nos lleva a un círculo de contradicciones que no nos lleva a ninguna conclusión. El aborto es un acto que, si bien no debería ser legalizado para todo aquel que simplemente desee no tener un hijo, debería ser considerado en algunos casos bastante determinados. Ejemplo de ello son los casos de malformaciones o enfermedades genéticas del embrión o feto. Cuando se tiene conocimiento de que un bebe, al nacer, va a tener complicaciones físicas o psicológicas bastante acentuadas: síndrome de Down por ejemplo, la cual puede traer graves problemas a la persona y su familia a futuro. Otro ejemplo serian los casos de violación, en los cuales a la víctima le resulta un grave problema psicológico el tener que conllevar la responsabilidad de un acto que ella no deseó en primer lugar. Claro está, el aborto se debe presentar para todos los casos como una opción, no como obligación, ya que existen casos de mujeres que deciden tener a sus hijos a pesar de saber que tiene algún síndrome, por ejemplo.
Claro que esta práctica posee riesgos a la salud de quien lo practica. La mujer que se somete a esta intervención corre el peligro de tener dificultades para quedar embarazada más adelante, incluso puede quedar estéril. Puede contraer infecciones, complicaciones menstruales, y muchísimas otras cosas, incluyendo la muerte. A pesar de todas esas complicaciones, todavía hay muchas mujeres que optan por practicar el aborto para deshacerse de un embarazo no deseado, simplemente porque en primer lugar no se cuidaron, o por simple ignorancia sobre los métodos de prevención. En fin, excusas tontas para justificar una práctica de tanto riesgo, y que sólo se debería permitir en casos extremos, ya que consiste básicamente en jugar con la vida de otros, y con la de uno mismo.
(4o semestre - Taller de Redacción II - 2008-1)
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