Keilma Rojas
El ser que comienza a formarse en el útero es potencialmente racional, es un ser que viene al mundo para ocupar un lugar en una sociedad específica, es un individuo y por tanto debe ser respetado.
El derecho a la vida es el primero que se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todo atentado contra ella (la vida) debe ser penalizado. Por tanto, el aborto provocado no debe legalizarse pues se estaría legalizando un crimen atroz. El aborto debe ser pagado con cárcel.
¿Quién debe decidir cuándo la vida de otro tiene que acabar? ¿Quién tiene la potestad para detener el proceso de gestación? ¿La madre del niño porque ella es la que lo lleva en su vientre? ¿El padre del niño porque contribuyó a su fecundación? ¿Un tipo que dice llamarse médico por considerar que el niño podría no tener una vida “normal”? Pues al diablo con tanta estupidez. Nadie es dueño de nadie. La vida que se está eliminando es pertenencia de ese individuo, sólo de él y nadie más decide que hacer con ella. Socialmente, el rol de la madre está definido y por ningún lado dice que ésta es dueña de la vida de sus hijos y por tanto puede matarlos. Igual sucede con el rol del padre.
Si asumimos que la vida comienza una vez que el óvulo y el espermatozoide se unen y fecundan, pues el aborto sin duda alguna es un asesinato pues atenta directamente contra la vida de otro ser. Si nos consideramos defensores de los derechos humanos ¿Cómo podríamos estar de acuerdo con el aborto? ¿No estaríamos siendo incoherentes? Quienes juegan a ser Dios siempre pierden y en el caso del aborto el fracaso es mayor pues Dios es un Dios de vida, no de muerte y él nunca va contra sí mismo.
(4o semestre - Taller de Redacción II - 2008-1)
El ser que comienza a formarse en el útero es potencialmente racional, es un ser que viene al mundo para ocupar un lugar en una sociedad específica, es un individuo y por tanto debe ser respetado.
El derecho a la vida es el primero que se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todo atentado contra ella (la vida) debe ser penalizado. Por tanto, el aborto provocado no debe legalizarse pues se estaría legalizando un crimen atroz. El aborto debe ser pagado con cárcel.
¿Quién debe decidir cuándo la vida de otro tiene que acabar? ¿Quién tiene la potestad para detener el proceso de gestación? ¿La madre del niño porque ella es la que lo lleva en su vientre? ¿El padre del niño porque contribuyó a su fecundación? ¿Un tipo que dice llamarse médico por considerar que el niño podría no tener una vida “normal”? Pues al diablo con tanta estupidez. Nadie es dueño de nadie. La vida que se está eliminando es pertenencia de ese individuo, sólo de él y nadie más decide que hacer con ella. Socialmente, el rol de la madre está definido y por ningún lado dice que ésta es dueña de la vida de sus hijos y por tanto puede matarlos. Igual sucede con el rol del padre.
Si asumimos que la vida comienza una vez que el óvulo y el espermatozoide se unen y fecundan, pues el aborto sin duda alguna es un asesinato pues atenta directamente contra la vida de otro ser. Si nos consideramos defensores de los derechos humanos ¿Cómo podríamos estar de acuerdo con el aborto? ¿No estaríamos siendo incoherentes? Quienes juegan a ser Dios siempre pierden y en el caso del aborto el fracaso es mayor pues Dios es un Dios de vida, no de muerte y él nunca va contra sí mismo.
(4o semestre - Taller de Redacción II - 2008-1)
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