sábado, 12 de julio de 2008

De la creencia en lo increíble

Rafael A. Martínez

Es increíble como algunas personas pueden cegarse de manera completa siguiendo algunas religiones. La creencia en ellas resulta ilógica, ya que narran acontecimientos comunes, pasados, presentes y futuros, agregándole elementos maravillosos y fantásticos: gente que camina sobre el agua, o algún hombre que sube a los cielos y visita a los dioses. Las religiones no nos explican la realidad utilizando la verdad. La única religión que deberíamos seguir es la ciencia, ya que ella es la única que logra explicar cómo funcionan todas las cosas que nos rodean utilizando métodos que pueden ser comprobados y repetidos por cualquiera que siga los pasos como se indican. En cambio muy poco de lo indicado, por ejemplo, en la Biblia o en el Corán se puede realmente comprobar. Ejemplo de ello lo tenemos en la historia sobre la formación de la vida en la tierra. La Biblia describe la creación de todo lo existente por parte de una entidad desconocida pero todopoderosa, que en tan sólo 6 días realiza todo el proceso de creación sin problemas. De ese proceso no hay ninguna clase de prueba. En cambio la ciencia propone la teoría de que toda la creación se realizo por fuerzas existentes en la naturaleza durante mucho tiempo. De ello existen numerosas pruebas, e incluso muestra elementos que niegan la teoría creacionista de la iglesia, ya que ella nunca menciona la existencia de dinosaurios, por ejemplo, ni tampoco la existencia de otros planetas y estrellas, cosa que la ciencia sí explica. También propone cosas sin explicación, como la existencia de un lugar de descanso eterno, que se encuentra disponible después de la vida, pero del cual no hay evidencia que logre comprobarlo. Lo que si indica es una serie de normas que se deben seguir para alcanzarlo las cuales, cualquiera que ponga en práctica termina muriendo (ya que es el último paso para comprobar esa teoría) y sin poder mostrar a otros el resultado de su experimentación. No es el caso de cuando se intenta comprobar la existencia de la fuerza gravitatoria, que no acarrea consecuencias mortales y cuyo resultado es el mismo siempre. A pesar de ello muchísima gente todavía sigue los dictámenes de esas creencias sin pedir explicaciones, y si ellas dicen que algo está bien o mal no se pone en duda. Incluso algunas religiones indican que está bien matar a otra persona, e incluso los recompensa por hacerlo siempre y cuando la causa sea la defensa de sus creencias, en contra de los “infieles”. Muchas de ellas son sandeces creadas para controlar a la población, a la cual incluso las normas se les indican de manera directa. Ejemplo de ello son los mandamientos, los cuales nos indican que hacer y qué no hacer, poniendo como castigo algo sin comprobación como “el sufrimiento eterno”. En cambio la ciencia simplemente nos lleva hacia la explicación razonable de nuestro mundo, sin pasar por la fantasía ni inventar cuentos fantásticos.


(4o semestre - Taller de Redacción II - 2008-1)

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